Más allá de la Sevilla antigua, existe otra ciudad que de arrabal, huerta y campiña creció como ensanche hasta llamar a las puertas de Alcalá. Camino al Oriente desde Nervión a Torreblanca, el paisaje rural contiguo a la ciudad fue adquiriendo, en aras de la modernidad, tintes de industrialización y urbanidad, hasta dibujar un nuevo lienzo más gris de cemento y hormigón que blanco y verde de tapia de cal y campo.
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Hacienda Rosario. Sevilla (abril 2018). Portada |
Poco queda hoy del ruedo agrícola hispalense que nos recuerde ese vinculo campo-ciudad vigente hasta mediados del siglo pasado. Casas huerta, cortijos y haciendas de lo común y lo burgués del entorno urbano fueron desapareciendo bajo nuevas barriadas y polígonos industriales.
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Hacienda Rosario. Sevilla (abril 2018). Detalle muro |
Y es que, más allá del tópico típico de lo Sevillano y romántico (el de la sevillanía burguesa de señoritos, guitarras y boleros, retrato y relato de los artistas de la época) cortijos y haciendas que rodeaban la ciudad se constituyen como conjunto identidad del paisaje tradicional de Sevilla. Con distinta suerte, los hitos que dan forma a este patrimonio cultural llegan a nuestros días como elementos de valor de doble naturaleza: 1) la inmaterial asociada al callejero actual (toponimia) y a las historias, costumbres y leyendas de su gente, y 2) la material del inmueble ruinoso o recuperado.
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Hacienda Rosario. Sevilla (abril 2018). Frente Sur |
Haciendas como
La Negrilla y
Amate, hoy desaparecidas, entre otras, dejaron su huella dando nombre a nuevos polígonos y barrios por todos conocidos. Cortijos como el de
San Ildefonso en Alcosa, huertas y otras haciendas como
Miraflores y
San Antonio al norte y este de la ciudad sobreviven en diferente estado de conservación rodeadas de toda clase de huertos urbanos y parques periurbanos.
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Hacienda Rosario. Sevilla (abril 2018). Patio |
La
Hacienda (del) Rosario, próxima a la de San Antonio, es un buen ejemplo del valor cultural material e inmaterial de este singular patrimonio, pero no tanto de cómo la ciudad ha sido capaz de integrar y gestionar este legado.
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Hacienda Rosario. Sevilla (abril 2018). Patio norte y antigua almazara |
Como nuevo proyecto de urbanización y barrio para la ciudad, a desarrollar según las especificaciones del nuevo PGOU en los terrenos donde se localiza este espectacular conjunto arquitectónico, la Hacienda Rosario fue noticia en los medios de comunicación local sin que faltará la consabida fotografía de políticos sujetando paneles y planos de obra, y la correspondiente noticia posterior de aplazamiento, ampliación o modificación de su desarrollo. Es precisamente el seguimiento de las imágenes que acompañan a este serial y particular NODO sevillano lo que permite ver la suerte (peor) de esta pieza singular de la arquitectura e historia de Sevilla.
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Camino Sevilla-Alcalá. 1918. Detalle. |
Asentada, como la mayoría de edificios similares, sobre un yacimiento romano, la Hacienda Rosario destaca por su valor arquitectónico, destacando su portada barroca, comparable a las del Convento de la Merced (Museo de Bellas Artes) y la de la Parroquia de San Bernardo. Con relación a lo inmaterial, la Hacienda Rosario destaca también por ser noticia antigua del siglo pasado (antes que anuncio inmobiliario del presente) como escenario del último duelo de Sevilla, con fatal desenlace para el III Marqués de Pickman, familia y título de postín ligado a la historia de la ciudad.
De esto y otras cosas de la Hacienda Rosario seguiremos hablando en próximas entradas. Hoy, desde Sevilla Sabe denunciamos el estado de deterioro del edificio y recordamos a quien corresponda quello de que "en el campo, lo que se abandona se pierde". Aprovechamos también el día de hoy de homenaje al libro y la lectura para recomendar la obra de Miguel Martorell Duelo a muerte en Sevilla, dedicada a este capítulo de la historia de Sevilla.