sábado, 18 de marzo de 2017

Alcalá del Río

Alcalá del Río es Magna Capitana del Guadalquivir que refleja escamas plateadas de albures y sábalos; vega nueva de agua serrana que cría mazorcas, pan y azahar en primavera.


Alcalá mira a la sierra norte de Sevilla como Guillena, Castilblanco y Burguillos; y al río como La Algaba, Villaverde, Brenes y la Rinconada. De la sierra le viene el agua que riega el maíz y los frutales de la vega derecha del Guadalquivir, naranjas que van a Valencia y melocotones. De aquellos proyectos de nuevos regadíos surgieron pueblos de colonización tardía como El Viar, Esquivel y San Ignacio del Viar.


Los restos y monedas antiguas nos dicen que Alcalá fue puerto y pesquería del Betis romano que apagó la fabrica de luz y la presa en los años treinta del siglo pasado. La pesca de esturiones, sábalos, sabogas, anguilas y lampreas fue extinguiéndose con las aguas turbias y la primera barrera de escala imposible al viaje de ida y vuelta de la ictiofauna del Guadalquivir. De la cocina fluvial quedaron los barbos en adobo, las cazuelas y gazpachuelo de albures.


Alcalá presume de su pasado glorioso como recinto fortificado en el Centro de Interpretación de la Muralla Romana de Ilipa Magna. Su patrimonio histórico y cultural incluye también otros elementos de interés arqueológico en su entorno; arquitectónico como la Iglesia de Santa María de la Asunción y la Capilla de San Gregorio Osetano; industrial como la Central Hidroeléctrica y la presa; y etnológico como sus pregones y sentencias de teatro sacramental de Semana Santa antigua.


Para saber más:

Ayuntamiento de Alcalá del Río.
Turismo de la Provincia. Diputación de Sevilla. Alcalá del Río
Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
Fuente de imágenes originales: Ayuntamiento de Alcalá del Río

martes, 14 de marzo de 2017

Alcalá de Guadaíra

Alcalá de Guadaíra es molino de campiña y río, horno de albero que cocina historias y leyendas de castillo y dragones, cántaro de agua clara y panera de la capital.


Alcalá de Guadaíra sigue manteniendo su tradición panadera como estandarte de su patrimonio alimentario. Molinos, fábricas de harinas, tahonas y panaderías son monumentos vivos repletos de sabor y saber artesano, y tema central de los contenidos del Centro de Interpretación y Oficina de Turismo La Harinera del Guadaíra. Pero también es Alcalá pionera en el comercio exterior del aceite de oliva y la aceituna de mesas, destino final de los olivares que se levantan entre tierra calma y canteras de albero, horno dulce de Tortas, Pestiños y Suspiros de Convento.


El Guadaíra fue corriente de agua que mueve molino, hoy paseo obligado de la visita a la ciudad. A su paso por Alcalá el río se convierte en monumento natural y cultural protegido, con árboles que crecen buscando las torres de su castillo, dando sombra y cobijo a huertas de retama y mimbre, inspiración de maestros de la pintura y el paisaje.


Alcalá y su entorno están llenos de historia antigua, con suelos llenos de piezas que añaden valor a la colección de antigüedades del museo de Sevilla; palacios y casas señoriales de la nobleza andaluza; iglesias y ermitas de culto y romería; ventas y ventorrillos de parada y fonda, romancero de amoríos de molino y bandoleros; relatos y leyendas de dragones que duermen en cuevas de agua.



Para saber más:

Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra
Turismo de Alcalá
Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
Viviendo Ríos. La ribera del Guadaíra
Sevilla Sabe. La Harina del Guadaira
Turismo de la Provincia de Sevilla. Alcalá de Guadaíra

lunes, 13 de marzo de 2017

Albaida del Aljarafe

Albaida es ínsula del Aljarafe de olivo y trigo que Olivares y Sanlúcar abrazan; sabor y saber de manos que ordeñan olivos, y cocina de agua y sal de aceituna verde con origen.


Albaida es uno de esos pueblos que comparten calles y gente con otras localidades del Aljarafe. De Olivares a Algaida el camino se cubrió de nuevas urbanizaciones uniendo familias como en Castilleja, Gines, Bormujos y Tomares.


La espiga de trigo y la rama de olivo que rodean la Torre Mocha de Albaida en el viejo escudo nos recuerdan paisajes antiguos de tierra calma y olivar. Hoy, más de aceituna que pan, Albaida mantiene al olivo y a la aceituna de mesa como elementos singulares de su patrimonio alimentario, con una apuesta por la calidad y el origen en el ámbito de las nuevas indicaciones geográficas protegidas de las aceitunas sevillanas.


Su patrimonio histórico incluye elementos de interés arqueológico asociados al poblamiento antiguo de la localidad y su entorno, la Kaelia turdetana que, en tiempos de la Bética, acuñó moneda propia como Laelia, y Solucar Al-bayda, ciudad blanca y mágica de viento de levante y sol de al Ándalus. Albaida cuenta también con elementos de interés arquitectónico como la Torre de Don Fadrique que, mocha hoy, fue atalaya de Sevilla; la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la Ermita de la Vera Cruz; y el ladrillar de Albaida que junto al oficio tradicional del ladrillero podría formar parte del Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía.

Para saber más:

Ayuntamiento de Albaida
Albaida Sostenible
Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
Fuente de imágenes originales: Albaida Sostenible

domingo, 12 de marzo de 2017

Alanís

Alanís es raya serrana entre las tierras de Sevilla, Córdoba y Badajoz, sabor y saber de Sierra Norte que mezcla aromas de dehesa con trama de olivo y antiguas viñas.


Entre Hornachuelos (Córdoba) y Azuaga (Badajoz), y los municipios de Guadalcanal, Constantina, Cazalla y las Navas de la Concepción, Alanís es espacio natural de aceite, de cabaña y salazón de jamones y carnes ibéricas, monte alto y riberas de agua dulce como el bocado de la tarta recién horneada de castañas con un trago de vino de bodega cervantina.


Como en el resto de los pueblos de la Sierra Norte, la filoxera apagó la gloria vitivinícola de Alanís, transformando viñas en viñazos de legumbres y melones (*) que renace con nuevas cepas de la mano de Bodegas Astolfi Rubio. Tampoco faltó ni falta en la actualidad el aceite en Alanís con la cooperativa de Nuestra Señora de las Angustias y los aceites Romero Álvarez. Y entre viñas y olivares, cuenta Alanís con dehesas de montanera ibérica de Los Romeros y La Ponderosa, de tocino y carne de pucheros y brasas que se rematan con un pedazo de queso familiar que conserva la tradición y el patrimonio quesero de la comarca.


Alanís es un paraíso verde que apuesta por el turismo rural, con senderos y rutas que recorren su entorno natural y un patrimonio histórico repleto de elementos de interés arquitectónico y etnográfico: su castillo, plaza de encuentro y desencuentro de nobleza andaluza de Ponces y Guzmanes; la Iglesia de Santa María de las Nieves y la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias; y un buen número de cortijos de uso agroalimentario, pero también de antiguo descanso y balneario como el Miraflores, o retiro eremítico en el de San Miguel de la Breña; fuentes y caños testigos de romances imposibles de cruz y luna, leyendas y apariciones de noche mágica de San Juan.


Para saber más:

Ayuntamiento de Alanís
Alanís siempre (*)
Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico
Turismo de la Provincia. Diputación de Sevilla. Rutas
Fuente de imágenes originales: Ayuntamiento de Alanís

Aguadulce

Aguadulce es municipio y pueblo entre Osuna y Estepa, la Campiña y la Sierra Sur de Sevilla, que sabe a fruta y hortalizas, pan y harina de molinos antiguos, aceite y almendra de tierras de secano y caliza.



En una comarca bañada por las aguas saladas del Río Blanco, la presencia de manantiales y corrientes de agua dulce y abundante como las del arroyo Grande o de La Ribera, hicieron de la localidad un auténtico vergel como paisaje, casi borrado ya, de huertas con casillas, acequias y molinos. Ribera, huerta y hortelanos de Aguadulce constituyen el eje de los contenidos del Centro de Interpretación de las Huertas, un equipamiento municipal que apuesta por el holeriturimo como motor de desarrollo.



Del pasado glorioso de su olivar y aceite nos quedan los nombre de molinos y cortijos singulares como los del Marqués, Ipora y La Molina, entre otros, y de su presente y futuro nuevas almazaras como la de Arbequisur y Puricón en el ámbito de la Denominación de Origen Protegida Estepa. Sin embargo, es la huerta panciverde la que proyecta a lo largo de la historia el nombre de Aguadulce a escala nacional, en especial sus habas Giralda que ya en la Primera  Exposición Nacional de Horticultura celebrada en Madrid en noviembre de 1930 fueron galardonadas con diploma y medalla de plata.



Aguadulce cuenta con un rico patrimonio cultural de valor arqueológico, etnológico y arquitectónico: huellas de la historia antigua de la Marucca turdetana, la Ipora romana y la Al Wad-Ul andalusí, sin que falten leyendas de tesoros y carros áureos escondidos; viviendas tradicionales de huerta y pueblo blanco de cal y teja; molinos harineros que desde, al menos, el siglo XVIII hasta mediados del XX molieron el trigo de la campiña de Estepa; iglesias como la de San Bartolomé o su cementerio; y fiestas tradicionales como la Romería de San José.



Para saber más:
Ayuntamiento de Aguadulce
Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico
Fuente de imágenes originales: Ayuntamiento de Aguadulce

martes, 7 de marzo de 2017

La Harinera del Guadaíra



El patrimonio alimentario de la provincia de Sevilla incluye elementos singulares relacionados con la producción, transformación, distribución y consumo de alimentos; es el caso del pan, la industria harinera, los molinos y el Guadaíra de Alcalá.



La Harinera del Guadaíra es la primera parada del recorrido por nuestro patrimonio, coincidiendo con la reciente creación de la Asociación de Panaderos y el próximo aniversario de la inauguración del actual Centro de Interpretación y Oficina de Turismo de Alcalá de Guadaíra.



El pan es elemento fundamental que otorga apellido y gentilicio al pueblo y la gente de Alcalá de Guadaíra. Antiguos molinos y tahonas nos recuerdan tiempos pasados de molinería, muelas y maquila, que dieron paso a nuevos sistemas de molturación industrial como la antigua fábrica de harinas de la calla Benaguila (1913), la Harinera del Guadaíra (1934) y La Modelo (1945) [1].



La Harinera del Guadaíra se proyecta como la Perla de Alcalá, conjunto industrial dedicado a la fabricación y venta de harinas y sémolas, compuesto por un volumen principal o fábrica, dónde se sitúa el proceso de transformación de la materia prima (trigo) en el producto elaborado (harina), y varios volúmenes laterales dedicados a almacenaje de productos, y viviendas para trabajadores [2].



El nuevo edificio mantiene buena parte del sistema de producción original distribuido en tres plantas, incluyendo la maquinaria suministrada en su día por la empresa Establecimientos Morros (EMSA) a la que alude la inscripción exterior del edificio: Fábrica de Harinas, Harinera del Guadaira S.A, Sistema EMSA, Año 1934.



Como equipamiento cultural orientado a la interpretación de la antigua harinera y el pan y Oficina de Información Turística [3] se inaugura el 27 de marzo de 2015. En 2016, la iniciativa municipal de recuperación y puesta en valor recibe el premio Turismo Industrial de la Provincia de Sevilla en la modalidad de Patrimonio Industrial [4].



Para saber más:

[1] BERNAL, A.M. (dir.) (2003). Estudio de la industria panadera de Alcalá de Guadaíra. Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra. 238 pp.
[2] Patrimonio Inmueble de Andalucía.
[3] Ayuntamiento de Alcalá. Oficina de Información Turística.
[4] TURISMO DE LA PROVINCIA (PRODETUR) (2016). Turismo Industrial por la provincia de Sevilla. 3ª Edición. 170 pp.


lunes, 6 de marzo de 2017

Sevilla Sabe

Salina de Valcargado (Utrera)

Sevilla Sabe. Sabor y saber de la provincia

La provincia de Sevilla tiene Sabor y Saber de tierras altas del norte que se hacen vega y ribera en la margen derecha del río grande de Andalucía; campiña alta y sierra al sur desde la orilla izquierda del Guadalquivir; marisma infinita y balcón de aljarafe sevillano a poniente, albero y lomas de tierra calma y ríos de sal a levante. Y es que la provincia tiene sabores y saberes que hacen del comer gusto y sabiduría, afición y oficio del que come y el que cocina, del viajero amante del camino y el ventero que lo acoge.

Del norte, la sierra, dehesas y artesas de montanera y queso, con alma de aguardiente, castaña y guinda; del sur, la tagarnina, el olivo y la salina, revuelto verde, dorado y blanco de naturaleza y cultura; de la campiña, el pan, y el cortijo de tapia y cal, con ecos de canto de siega y trillo. De la vega, los colores de fruta madura y hortalizas; y del río, la chorrera repleta de barbos y el adobo, la remonta y pesquerías antiguas de lampreas, sábalos y sollos, cucharas de albures y anguleras del Bajo Guadalquivir, entre caños de Marisma y barras de arena: sabores y saberes que hacen de la provincia destino y despensa de Andalucía, argumento de cuaderno de viajes, con parada y fonda en pueblos y ciudades de ayer y hoy.

Desde Sevilla Sabe os invitamos a recorrer el camino que ahora iniciamos cargados de ilusión y hambre, con la intención de descubrir las cosas del comer que hacen de la provincia alacena repleta de patrimonio vivo y olla cargada de productos, paisajes y paisanaje que nos identifican como cocina, espacio y territorio alimentario que rebosa sabor y saber. Juntos compartiremos contenidos de alforjas y capachas de viaje y tajo en el campo, unas veces con un simple trozo de pan y queso, otras con la fiambrera llena de platos tradicionales de cucharón y paso atrás, sin que falte el arte y el salero de una cocina viva y dinámica que desde la tradición apuesta por la innovación, con nuevos alimentos, procedimientos y condimentos para hacer más saludable y sostenible nuestro actual sistema culinario.