domingo, 30 de septiembre de 2018
Día Mundial del Hábitat
El Día Mundial del Hábitat es una iniciativa de las Naciones Unidas (1) que desde 1986 nos invita a reflexionar sobre el estado de nuestros barrios, pueblos y ciudades. Cada año el Día plantea un tema principal de debate relacionado con diferentes aspectos de nuestro entorno más cercano: la accesibilidad, la energía, la calidad del aire o, como en la presente edición, la gestión de Residuos Sólidos.
La nuestra va por los muchos pueblos de autor que nacieron bajo los principios de la reforma y contrarreforma agraria, el desarrollo y saneamiento de los humedales y baldíos, la puesta en cultivo y el regadío. Son las colonias o nuevos pueblos de colonización que desde la iniciativa privada o pública nacieron junto a la Vega del Guadalquivir, en el piedemonte de Sierra Morena o la Marisma.
Pueblos de autor con diferente suerte que llegan a nuestros días como barriada o pedanía de la periferia o el extrarradio y que, quizá por lo lejano y el abandono, aparecen rodeados de montones de ripios y residuos fruto de la mala conciencia y la escasez de recursos de la administración para su limpieza. No es posible que en pleno siglo XXI, los caminos y carreteras que nos conducen a estos poblados sigan mostrando por activa y por pasiva la imagen lamentable del escombro, el frigorífico o la lavadora oxidada; menos aún cuando pueblos como Chapatales (Los Palacios y Villafranca), Sacramento (Las Cabezas de San Juan) o Pinzón (Utrera), entre otros, representan la puerta natural a espacios singulares como la Marisma y el Brazo del Este. Es responsabilidad de todos borrar esta imagen, desde el que la crea hasta el que la permite, desde los privado con la conciencia y denuncia, así como desde lo público del ámbito municipal y provincial con la gestión adecuada.
+INFORMACIÓN
Día Mundial del Hábitat
sábado, 29 de septiembre de 2018
Marchenilla
Marchenilla en Alcalá de Guadaíra es uno de los muchos elementos del patrimonio histórico de la provincia, pero uno de los pocos que mantiene su esencia como Castillo, Casa y Cortijo.
Etiquetas:
Alcalá de Guadaíra,
Alcores,
Casas,
Castillos,
Cortijos,
Guadaíra,
Marchenilla,
Paisaje,
Paisajes con Historia,
Patrimonio Defensivo
viernes, 28 de septiembre de 2018
Gente del arroz y el arrozal
En nuestra propuesta de revalorización de la cultura arrocera [1] destacamos la importancia del paisanaje como pilar fundamental del patrimonio alimentario del arroz (producto) y el arrozal (paisaje). A las puertas de la nueva cosecha, rendimos homenaje a la gente que nos acompañó en nuestros primeros paseos por la marisma arrocera del Bajo Guadalquivir [2,3]:
+INFORMACIÓN
[1] De la Cultura del Arroz al Patrimonio Arrocero de la Provincia
[2] Gente del Brazo del Este (1)
[3] Gente del Brazo del Este (2)
Imágenes: Antonio Rúa
+INFORMACIÓN
[1] De la Cultura del Arroz al Patrimonio Arrocero de la Provincia
[2] Gente del Brazo del Este (1)
[3] Gente del Brazo del Este (2)
Imágenes: Antonio Rúa
Etiquetas:
Arroceros,
Arroz,
arrozal,
Bajo Guadalquivir,
Dos Hermanas,
La Puebla del Río,
Las Cabezas de San Juan,
Lebrija,
Los Palacios y Villafranca,
Paisanaje,
Utrera
jueves, 27 de septiembre de 2018
miércoles, 26 de septiembre de 2018
martes, 25 de septiembre de 2018
Día Mundial del Turismo. Turismo y Transformación Digital
El próximo jueves 27 celebramos el Día Mundial del Turismo, una iniciativa de la Organización Mundial del Turismo (1) que invita a la comunidad internacional a la fiesta pero también a la reflexión.
Como celebración, el día se llenará de toda clase de actos y eventos institucionales de alabanza y presentación de ofertas y lanzamiento de nuevos productos. Sin embargo, como reflexión, la general sobre la importancia del turismo más allá de lo económico, o la particular sobre el lema que cada año se establece como temática, el turismo inclusivo (2016) o la sostenibilidad (2017), la jornada no será tan prolífera ni, posiblemente, festiva. Y es que, si poco eco tuvieron propuestas como la accesibilidad y el desarrollo sostenible de ediciones anteriores, la de este año, dedicada al Turismo y la Transformación digital, se nos antoja todavía más lejana y abstracta.
No hay duda que lo digital y tecnológico es motor de desarrollo turístico y base de la gestión de la oferta y el destino, más cuando la mayor parte de la comunidad decide y organiza la visita o el viaje desde su smartphone o el ordenador de casa. De ahí la importancia de plataformas, redes y aplicaciones informáticas.
También como experiencia, lo digital participa en lo turístico mediante aplicaciones específicas de que nos orienta en la ruta o itinerario, o como recurso informativo que a través de la recreación virtual nos presenta arquitecturas y personajes de otra época.
A nivel provincial, son buenos los ejemplos de plataformas turísticas la de la Consejería de Turismo y Deporte (2) y la Diputación de Sevilla (3), y en lo local, las de Alcalá de Guadaíra (4), Carmona (5) o Écija (6), entre otras. A nivel sectorial y comarcal, existe también un buen número de iniciativas públicas y privadas de turismo específico o temático en torno a productos, personajes y lugares.
En cuanto a disponibilidad de soporte digital en destino, aún queda mucho por desarrollar (no hay nada más que echar un vistazo a la oferta que se presenta en los ejemplos de portales turísticos anteriores), aunque, como no, hay también buenos, pero escasos ejemplos, más de ámbito privado y la capital que institucional y provincial.
Queda todavía mucho por hacer en el contexto digital y el turismo provincial, más cuando todavía en lo analógico quedan temas por abordar, Sevilla como capital y destino mundial es una importante oportunidad para la Provincia que todavía no hemos aprovechado del todo. Al visitante o turista se le transmite la monumentalidad de la ciudad, su río, su centro histórico o sus museos, pero no la relación estrecha entre Sevilla y los diferentes pueblos de la provincia por los que también pasa el río, en los que nacieron los personajes ilustres que hicieron de Sevilla monumento, y de donde salieron buena parte de las piezas y colecciones museográficas de la ciudad.
Sevilla como destino elegido es reto y oportunidad tanto para los agentes turísticos que operan en la capital como en la provincia. Los primeros pueden encontrar en lo provincial vías de diversificación de la oferta, con nuevos lugares y contenidos, los otros una fuente de clientes potenciales, qué mejor escusa para trabajar en red y la cooperación. En ello anda la Diputación de Sevilla como administración de ámbito provincial, potenciando pueblos y comarcas, así como proyectos de colaboración interadministrativa en torno a diferentes productos o paisajes de la provincia, que no es poco, pero tampoco suficiente.
Lo local debe avanzar en la adecuación de su centro histórico repleto de castillos, iglesias, bodegas y talleres artesanos, pero también ampliar horizontes y extender la acción turística al resto del territorio municipal, por ser éste el ámbito en el que aparecen otros elementos singulares y únicos del paisaje natural y cultural del municipio, pero también comunes y compartidos a nivel comarcal. En ello andan los Ayuntamientos y Delegaciones de Turismo Locales, repartiendo recursos, siempre escasos, entre la Fiesta y el Festival, la Ruta turística y la Romería, la promoción y adecuación turística más allá de población, cuando se puede, que no es poco, pero tampoco suficiente.
Hay también espacio y tarea en el ámbito privado local, tanto en el sector turístico propiamente dicho de la agencia y la promoción, y las empresas de restauración, alojamiento y servicios turísticos, como en las de agroalimentación e industria como temáticas turísticas emergentes. Unas y otras tratan de sobrevivir a la sombra que proyecta la Sevilla monumental, pero también la luz de los miles de visitantes y turistas que cada día llegan por primera vez o vuelven en busca de nuevas experiencias.
Desde Sevilla Sabe nos sumamos a la celebración del Día Mundial del Turismo, reconociendo, como muchos, las bondades de lo turístico en la provincia, la diversidad y calidad de su oferta, así como el buen hacer de los diferentes agentes que a nivel institucional, privado, local o comarcal operan en la provincia, así como las iniciativas que desde lo digital y lo tecnológico contribuyen desde lo turístico a hacer un mundo más inclusivo y sostenible; pero también, reflexionando sobre algunos de los retos y oportunidades de lo digital y lo analógico que aparecen en el territorio provincial y local, como espacio pendiente de intervención, pero sobre todo, ámbito perfecto de colaboración y cooperación.
¡Feliz Día Internacional del Turismo¡
+ INFORMACIÓN
1. Organización Mundial del Turismo
2. Andalucía turismo
3. Turismo de la Provincia de Sevilla
4. Turismo de Alcalá de Guadaíra
5. Turismo de Carmona
6. Turismo de Écija
viernes, 21 de septiembre de 2018
La Memoria del Agua. Canal del Bajo Guadalquivir
jueves, 20 de septiembre de 2018
Poblados de La Marisma
miércoles, 19 de septiembre de 2018
Tiempo de aceituna y olivo
domingo, 16 de septiembre de 2018
De la cultura del arroz al patrimonio arrocero de la provincia de Sevilla
El arroz como producto alimentario, el arrozal como paisaje agrario e industrial, y los arroceros y arroceras como paisanaje son tres pilares básicos del patrimonio arrocero de la provincia de Sevilla.
La producción, transformación, comercialización y consumo del arroz constituyen diferentes eslabones de una cadena alimentaria forjada a orillas del curso bajo del Guadalquivir y su marisma. La aparición de un nuevo cultivo e industria transformó el espacio original en territorio nuevo repleto de sabor y saber. Es este proceso de construcción de uno de los territorios arroceros más importantes del contexto europeo y nacional el marco en el que surgen nuevos estilos de vida y trabajo, elementos de la arquitectura agraria e industrial que dibujan diferentes paisajes a lo largo del tiempo: 1) el del colonato y primeras intervenciones de las compañías que, en aras de la mejora de la navegabilidad del Guadalquivir, la salubridad y rentabilidad de la marisma, operaron desde finales del siglo XIX hasta principios del XX; 2) el de la consolidación del nuevo cultivo hasta mediados del siglo pasado; 3) el de la modernización y mecanización del cultivo e industrialización del sector a lo largo del último tercio, y 4) el que hoy se dibuja bajo nuevos criterios de sostenibilidad ambiental (la particular del entorno del espacio protegido y la sectorial en torno a la gestión de los recursos), económica (la de la escala global y globalización de mercados y la de la calidad y diferenciación del producto) y social (la de la igualdad de oportunidades y el bienestar).
El arroz como producto alimentario tiene valores nutricionales y agronómicos que lo elevan a la categoría de alimento básico mundial como el trigo y el maíz. Por su extensión, productividad y volumen de negocio, su cultivo y transformación, constituye uno de los sectores fundamentales de la actividad económica de la provincia. Se incluye en la dieta mediterránea como base de su pirámide alimenticia y en la cocina local como plato, al menos semanal, de tenedor o cuchara, sea en forma de la tradicional paella, el arroz con carne o marisco, pato o cangrejo, ensaladas en blanco o cascote de puchero y garbanzos. Tampoco falta en la culinaria provincial el sushi y el risotto, sea como oferta de restauración oriental o italiana, o como plato elaborado listo para comer de V gama del lineal.
El arrozal como paisaje agroindustrial tiene interés económico pero también natural y cultural. Como humedal es ecosistema acuático y hábitat con flora y fauna específica y, por su localización, pieza clave de la gestión del conjunto de humedales protegidos del Bajo Guadalquivir, desde Doñana a los Complejos Endorreicos de Utrera, Lebrija y las Cabezas, o las lagunas de los Palacios y Villafranca, pasando por el Brazo del Este. En el ámbito cultural tiene reconocimiento específico como Paisaje de Interés Cultural y conocimiento tradicional incluido en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía.
Arroceros y arroceras constituyen el paisanaje que vive y construye el territorio observado, incluyendo colonos y jornaleros, los que estaban en pueblos y poblaciones del Bajo Guadalquivir, los que llegaron desde otros municipios, provincias y países, así como los que se fueron en busca de nuevos horizontes tras la mecanización del arrozal. Por su experiencia y vivencia cercanas en el tiempo son la memoria viva del territorio, el capital humano que participa de la producción, y el colectivo que crea una cultura propia de identidad o pertenencia al grupo y diferenciación comarcal o regional.
Algunos de estos elementos identitarios y diferenciadores de carácter singular forman ya, de una u otra forma, parte del patrimonio local o regional arrocero. En el ámbito medioambiental, el arrozal incluido en Doñana y su entorno, o en el Brazo del Este, ya tendría ese reconocimiento y especial protección. En el de la cultura, la definición del Paisaje Cultural Agrario de Isla Mayor así como la inclusión del cultivo del arroz como oficio y saber del Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía son también importantes en cuanto a reconocimiento pero no tanto como protección, aun así, representan una base fundamental sobre la que construir futuras líneas de caracterización de los diferentes elementos que configuran la cultura arrocera de la comarca.
Desde Sevilla Sabe promovemos el concepto de ricicultura como marco general de actuación y base de un modelo de revalorización integral del conjunto de valores sociales, patrimoniales y económicos del territorio. En el ámbito social creemos que es prioritario consolidar el sentimiento compartido de pertenencia (identidad) pero también de diferencia y reconocimiento de lo propio y su proyección provincial y regional. En lo patrimonial apostamos por un proceso compartido de patrimonialización que desde el conocimiento permita una adecuada planificación, protección y difusión de los elementos singulares del territorio. En lo económico es esta creación del valor territorial la que se incorpora de forma directa como valor añadido y diferenciación de la producción y comercialización de los productos tradicionales del arrozal (arroz y cangrejo), pero también como oportunidad de negocio y desarrollo local mediante procesos de valorización de subproductos del arroz, así como nuevos productos agropecuarios (cultivos complementarios) y servicios en torno al aprovechamiento educativo y turístico del patrimonio.
Como colectivo implicado en la investigación, difusión y promoción del patrimonio provincial, incluido el alimentario, Sevilla Sabe inicia un nuevo proyecto en torno a la cultura del arroz, sin más pretensiones que la de contribuir al conocimiento y proyección de un sector que, a pesar de su importancia local y regional, de su contribución e la economía, cultura y naturaleza de la provincia, se nos antoja poco conocido y lejano para una gran mayoría de la población.
Ya hemos iniciado el camino con la cooperación y colaboración de diferentes agentes y actores del territorio. Comenzamos recorriendo el arrozal en compañía de los que lo construyeron [1,2], empapándonos de agua salada y manchándonos de barro en las tablas del arrozal de Las Cabezas, Isla Mayor, Lebrija, La Puebla, Los Palacios y Utrera, recogiendo experiencias y vivencias de los que habitan o habitaron los pueblos, poblados, casas y chozas del arroz, pero también los que levantaron nuevos silos, molinos y proyectos de innovación. Comenzamos también a traducir la información en conocimiento y desde la interpretación, como método de trabajo, a la difusión y promoción del territorio en forma de visita y descubrimiento [3,4].
Gracias a todos los que colaboraron en estas primeras iniciativas y a los que desde distintas localidades de Cádiz, Málaga y Sevilla hicisteis del arrozal de Sevilla destino y experiencia.
[1] Gente del Brazo del Este (1). Phototracking Sevilla (13/08/18)
[2] Gente del Brazo del Este (2). Phototracking Sevilla (14/08/18)
[3] El Brazo del Este. Maridaje de cultura y naturaleza en la Marisma del Guadalquivir. Sevilla Sabe (17/06/18)
[4] Paraje Natural Brazo del Este. Phototrackning Sevilla (03/08/18)
La producción, transformación, comercialización y consumo del arroz constituyen diferentes eslabones de una cadena alimentaria forjada a orillas del curso bajo del Guadalquivir y su marisma. La aparición de un nuevo cultivo e industria transformó el espacio original en territorio nuevo repleto de sabor y saber. Es este proceso de construcción de uno de los territorios arroceros más importantes del contexto europeo y nacional el marco en el que surgen nuevos estilos de vida y trabajo, elementos de la arquitectura agraria e industrial que dibujan diferentes paisajes a lo largo del tiempo: 1) el del colonato y primeras intervenciones de las compañías que, en aras de la mejora de la navegabilidad del Guadalquivir, la salubridad y rentabilidad de la marisma, operaron desde finales del siglo XIX hasta principios del XX; 2) el de la consolidación del nuevo cultivo hasta mediados del siglo pasado; 3) el de la modernización y mecanización del cultivo e industrialización del sector a lo largo del último tercio, y 4) el que hoy se dibuja bajo nuevos criterios de sostenibilidad ambiental (la particular del entorno del espacio protegido y la sectorial en torno a la gestión de los recursos), económica (la de la escala global y globalización de mercados y la de la calidad y diferenciación del producto) y social (la de la igualdad de oportunidades y el bienestar).
El arroz como producto alimentario tiene valores nutricionales y agronómicos que lo elevan a la categoría de alimento básico mundial como el trigo y el maíz. Por su extensión, productividad y volumen de negocio, su cultivo y transformación, constituye uno de los sectores fundamentales de la actividad económica de la provincia. Se incluye en la dieta mediterránea como base de su pirámide alimenticia y en la cocina local como plato, al menos semanal, de tenedor o cuchara, sea en forma de la tradicional paella, el arroz con carne o marisco, pato o cangrejo, ensaladas en blanco o cascote de puchero y garbanzos. Tampoco falta en la culinaria provincial el sushi y el risotto, sea como oferta de restauración oriental o italiana, o como plato elaborado listo para comer de V gama del lineal.
El arrozal como paisaje agroindustrial tiene interés económico pero también natural y cultural. Como humedal es ecosistema acuático y hábitat con flora y fauna específica y, por su localización, pieza clave de la gestión del conjunto de humedales protegidos del Bajo Guadalquivir, desde Doñana a los Complejos Endorreicos de Utrera, Lebrija y las Cabezas, o las lagunas de los Palacios y Villafranca, pasando por el Brazo del Este. En el ámbito cultural tiene reconocimiento específico como Paisaje de Interés Cultural y conocimiento tradicional incluido en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía.
Arroceros y arroceras constituyen el paisanaje que vive y construye el territorio observado, incluyendo colonos y jornaleros, los que estaban en pueblos y poblaciones del Bajo Guadalquivir, los que llegaron desde otros municipios, provincias y países, así como los que se fueron en busca de nuevos horizontes tras la mecanización del arrozal. Por su experiencia y vivencia cercanas en el tiempo son la memoria viva del territorio, el capital humano que participa de la producción, y el colectivo que crea una cultura propia de identidad o pertenencia al grupo y diferenciación comarcal o regional.
Algunos de estos elementos identitarios y diferenciadores de carácter singular forman ya, de una u otra forma, parte del patrimonio local o regional arrocero. En el ámbito medioambiental, el arrozal incluido en Doñana y su entorno, o en el Brazo del Este, ya tendría ese reconocimiento y especial protección. En el de la cultura, la definición del Paisaje Cultural Agrario de Isla Mayor así como la inclusión del cultivo del arroz como oficio y saber del Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía son también importantes en cuanto a reconocimiento pero no tanto como protección, aun así, representan una base fundamental sobre la que construir futuras líneas de caracterización de los diferentes elementos que configuran la cultura arrocera de la comarca.
Desde Sevilla Sabe promovemos el concepto de ricicultura como marco general de actuación y base de un modelo de revalorización integral del conjunto de valores sociales, patrimoniales y económicos del territorio. En el ámbito social creemos que es prioritario consolidar el sentimiento compartido de pertenencia (identidad) pero también de diferencia y reconocimiento de lo propio y su proyección provincial y regional. En lo patrimonial apostamos por un proceso compartido de patrimonialización que desde el conocimiento permita una adecuada planificación, protección y difusión de los elementos singulares del territorio. En lo económico es esta creación del valor territorial la que se incorpora de forma directa como valor añadido y diferenciación de la producción y comercialización de los productos tradicionales del arrozal (arroz y cangrejo), pero también como oportunidad de negocio y desarrollo local mediante procesos de valorización de subproductos del arroz, así como nuevos productos agropecuarios (cultivos complementarios) y servicios en torno al aprovechamiento educativo y turístico del patrimonio.
Como colectivo implicado en la investigación, difusión y promoción del patrimonio provincial, incluido el alimentario, Sevilla Sabe inicia un nuevo proyecto en torno a la cultura del arroz, sin más pretensiones que la de contribuir al conocimiento y proyección de un sector que, a pesar de su importancia local y regional, de su contribución e la economía, cultura y naturaleza de la provincia, se nos antoja poco conocido y lejano para una gran mayoría de la población.
Ya hemos iniciado el camino con la cooperación y colaboración de diferentes agentes y actores del territorio. Comenzamos recorriendo el arrozal en compañía de los que lo construyeron [1,2], empapándonos de agua salada y manchándonos de barro en las tablas del arrozal de Las Cabezas, Isla Mayor, Lebrija, La Puebla, Los Palacios y Utrera, recogiendo experiencias y vivencias de los que habitan o habitaron los pueblos, poblados, casas y chozas del arroz, pero también los que levantaron nuevos silos, molinos y proyectos de innovación. Comenzamos también a traducir la información en conocimiento y desde la interpretación, como método de trabajo, a la difusión y promoción del territorio en forma de visita y descubrimiento [3,4].
Gracias a todos los que colaboraron en estas primeras iniciativas y a los que desde distintas localidades de Cádiz, Málaga y Sevilla hicisteis del arrozal de Sevilla destino y experiencia.
[1] Gente del Brazo del Este (1). Phototracking Sevilla (13/08/18)
[2] Gente del Brazo del Este (2). Phototracking Sevilla (14/08/18)
[3] El Brazo del Este. Maridaje de cultura y naturaleza en la Marisma del Guadalquivir. Sevilla Sabe (17/06/18)
[4] Paraje Natural Brazo del Este. Phototrackning Sevilla (03/08/18)
Etiquetas:
Arroz,
arrozal,
Bajo Guadalquivir,
Brazo del Este,
Doñana,
Isla Mayor,
Las Cabezas de San Juan,
Lebrija,
Los Palacios y Villafranca,
Paisaje,
Paisanaje,
Puebla del Río,
Utrera
viernes, 14 de septiembre de 2018
El Correo de Andalucía, Patrimonio también de la Provincia de Sevilla
Nunca fueron buenos los ecos de finiquito y cierre empresarial; peor todavía si la empresa cuenta con esa valor patrimonial que la une de forma indiscutible a la historia y la cultura de Sevilla y su provincia.
Nos pesa el futuro incierto del Correo de Andalucía por ser medio de comunicación llamado a engrosar la lista de periódicos finiquitados, pero, sobre todo, por ser casa de buenos amigos que con sus columnas ayudaron a levantar los cimientos de nuestras iniciativas de revalorización del patrimonio provincial.
Desde Utrera y Los Palacios y Villafranca, Vicente Córdoba y Álvaro Romero hicieron llegar a los sevillanos los caminos de sal de la salina de Valcargado (1,2), los de piedra de castillos y torres cargadas de historia y nobleza andaluza de Ponces y Guzmanes (3) y, recientemente, los del agua salada de la Marisma y el arrozal del Bajo Guadalquivir (4).
A ellos, como salineros, canteros y arroceros de la palabra y Sevilla, va dedicada esta entrada con el deseo de que la tormenta amaine y nos sigan acompañando en nuestras aventuras por los caminos de la provincia.
jueves, 13 de septiembre de 2018
Gente con salero y arte. Salineros de Valcargado
Valcargado es salina histórica, grande de sal y salmuera, capital de lo salado y la campiña de Utrera; de casitas blancas de Sal y Salve de Consolación, playas, espejos y ollas de agua salada; torre altiva de moros, pozo romano y cortijo de cal y teja.
Valcargado tiene mil y una noches de cuentos blancos de sal, crujir de madera curada en salmuera, vientos solanos que se cuelan entre persianas de esparto, gemidos de tierra hueca de arcilla y yeso; corriente de agua de manantial escondido, ecos de amoríos secretos y juegos de niños.
Valcargado es tierra blanca de sal, salero y salineros, gente de Utrera, de fábrica y casa en la salina; de cocina y hornillo, catre y cortina entre ruillos y paletas de madera, serón de esparto y atroje de sal en el salero; noches de luna fría y días de sol caliente.
Valcargado es historia viva de sal, paisaje y paisanaje; salina habitada noches y días de cosecha y venta de sal, caminos imposibles de herradura y rueda en días de tormenta y crecida del Sarro; ínsula blanca entre arroyos salados, aislada con la riada.
Valcargado envejece como la imagen antigua del fotógrafo ambulante, cautiva de recuerdos de su pasado gloriosos, tiempos mejores de nobleza y oligarquía, aceituna y salmuera, fanegas y quintales de sal.
Pero Valcargado no sería sal ni salina sin las familias de salineros que arrugaron su piel y su vida entre montones de sal y lágrimas, sudor y sangre saladas de tajo blanco, de penas y alegrías de sequía y cosecha.
Sea la entrada de hoy para esas familias que hicieron de Valcargado salina viva como la de Don Miguel Pérez Rueda, salinero de Utrera. Nuestro más sincero agradecimiento por compartir con nosotros su propia historia y regalarnos imágenes antiguas (1960) de sus recuerdos. Gracias a nuestro amigo Paco León, maestro de cocina y salinero también por ser amante de sal y salineras de Valcargado.
[*] Entrada publicada en el ámbito del Proyecto de Revalorización de la Salina de Valcargado (Utrera)
+INFORMACIÓN: Salinas de Valcargado (Utrera)
Añadir leyenda |
Valcargado tiene mil y una noches de cuentos blancos de sal, crujir de madera curada en salmuera, vientos solanos que se cuelan entre persianas de esparto, gemidos de tierra hueca de arcilla y yeso; corriente de agua de manantial escondido, ecos de amoríos secretos y juegos de niños.
Salineros de Valcargado (Utrera) |
Valcargado es tierra blanca de sal, salero y salineros, gente de Utrera, de fábrica y casa en la salina; de cocina y hornillo, catre y cortina entre ruillos y paletas de madera, serón de esparto y atroje de sal en el salero; noches de luna fría y días de sol caliente.
Salineros de Valcargado (Utrera) |
Valcargado es historia viva de sal, paisaje y paisanaje; salina habitada noches y días de cosecha y venta de sal, caminos imposibles de herradura y rueda en días de tormenta y crecida del Sarro; ínsula blanca entre arroyos salados, aislada con la riada.
Salineros de Valcargado (Utrera) |
Valcargado envejece como la imagen antigua del fotógrafo ambulante, cautiva de recuerdos de su pasado gloriosos, tiempos mejores de nobleza y oligarquía, aceituna y salmuera, fanegas y quintales de sal.
Pero Valcargado no sería sal ni salina sin las familias de salineros que arrugaron su piel y su vida entre montones de sal y lágrimas, sudor y sangre saladas de tajo blanco, de penas y alegrías de sequía y cosecha.
Sea la entrada de hoy para esas familias que hicieron de Valcargado salina viva como la de Don Miguel Pérez Rueda, salinero de Utrera. Nuestro más sincero agradecimiento por compartir con nosotros su propia historia y regalarnos imágenes antiguas (1960) de sus recuerdos. Gracias a nuestro amigo Paco León, maestro de cocina y salinero también por ser amante de sal y salineras de Valcargado.
[*] Entrada publicada en el ámbito del Proyecto de Revalorización de la Salina de Valcargado (Utrera)
+INFORMACIÓN: Salinas de Valcargado (Utrera)
miércoles, 12 de septiembre de 2018
Paisajes con Sabor. Salinas de Valcargado (Utrera)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)